Durante el confinamiento se han multiplicado las sesiones en línea de formación. Como todos, he asistido a unas cuantas (de editoriales, de universidades…) y, siendo sincera, al principio me sirvieron, en parte, para tener la mente ocupada y no pensar en la pandemia. Y si, mientras tanto, aprendía y reflexionaba sobre gramática, bilingüismo o enseñanza en línea, pues bienvenido era (la mente no me daba para más…).
La Consejería de Educación en Reino Unido e Irlanda y Extenda (la Agencia andaluza de promoción exterior) ofrecieron un Ciclo de talleres en línea de actualización didáctica ELE. Del 12 de mayo al 30 de junio, cada martes a las 16h, teníamos una cita con algunos formadores de escuelas de idiomas situadas en Andalucía. Ofrecían 8 talleres, pero yo asistí solamente a 5 (por disponibilidad e intereses), cuyos contenidos y reflexiones que surgieron de ellos voy a resumir brevemente.
El 12 de mayo, empezamos las sesiones con un taller titulado “Herramientas y recursos para preparar materiales didácticos en línea”, impartido por Gaspar Cuesta de la Escuela Hispalense. Se trató de un taller en el que hizo una repaso extensivo de herramientas digitales para hacer presentaciones a los estudiantes. Una cosa que no se suele tener en cuenta en las formaciones es si dichas herramientas son de pago, quién ha creado las herramientas, etc. El ponente no solamente lo ha hecho, sino que ha hecho hincapié en el software libre, ha hablado de derechos de uso de imágenes, de alternativas a la piratería de software…, lo cual es muy de agradecer y aplaudo. Entre las herramientas de las que habló se encontraba Power Point, Impress, Prezi, Canva, Genialy,…
El siguiente taller al que pude asistir fue el 25 de mayo, bajo el título “El alumno-profesor. Práctica y evaluación de la expresión e interacción orales en cursos en línea. Tareas digitales para un enfoque centrado en la acción”, que daba Amaya Sanz de Debla Cursos de Español. Con este título, por supuesto, no me lo podía perder. Quizás porque he leído tanto sobre interacción para la tesis, se me quedó un poco corto. En parte, porque creo que el nombre del taller prometía mucho y yo me había hecho unas expectativas demasiado altas. Durante el taller se presentaron dos actividades: la primera, se trataba de dar instrucciones a los compañeros, en forma de vídeo, para una tarea que puedan hacer ellos en su casa; la segunda, se trataba de emular una reunión de una comunidad de vecinos (lo siento, no recuero más y no tomé más notas…).
Con el título “Del tablero a Instagram: el juego como recurso didáctico en la clase ELE de español con niños y adolescentes”, José Ramón Rodríguez (Escuela de Español en Marbella-Enforex) presentó el 2 de junio el uso del juego en la clase. Yo no imparto clases a niños ni a adolescentes, pero soy fan declarada de las pizarras que José Ramón Rodríguez cuelga en Twitter. En la presentación, repasó las diferencias en el aprendizaje de niños, adolescentes y adultos, y desmitificó algunos mitos sobre los juegos. Además, presentó ideas de manualidades y juegos para niños, adolescentes (y adultos) relacionándolos con el uso de la lengua.
El 9 de junio asistí al taller “Aprender a escribir bien en la era de un enfoque didáctico eminentemente oral” de Luis Garrido (Spanish in Cádiz). Como ya me había pasado con taller sobre interacción oral, el título me hizo creer que se hablaría de otra cosa. Yo me imaginaba ideas para implementar la escritura en el aula de ELE, pero en realidad se trató de un taller orientado a mejorar la ortografía y actualizar conocimientos ortográficos. Estaba pensado para docentes principalmente, no para llevar al aula, y se trataron principalmente los cambios en las normas ortográficas de 2010 y algunas cuestiones que suelen confundir en la ortografía. Esta diferencia entre mis expectativas de lo que era el taller y lo que realmente fue me ha hecho ser aún más consciente de la importancia de pensar muy bien los títulos en talleres, congresos, cursos,… para dejar muy claro de qué va a tratar nuestra presentación y quien asista pueda saber qué esperar del taller.
Por último, el 30 de junio asistí al taller titulado “Más allá de la metáfora: ideas para el uso de poemas como herramienta didáctica ELE”. El ponente, Óscar Navarro Gosálbez (Proyecto Español) no solo es profesor de ELE, sino también poeta. Esta pasión por la poesía se notó en sus propuestas. El tema me interesaba especialmente porque mis estudiantes tienen mucho interés literario y quería ver ejemplos de cómo conjugaba poemas y ELE. Algo que me gustó especialmente fue que no dejara los poemas solo para niveles avanzados, propusiera usarlos desde el nivel A1. Me alegra porque en muchas ocasiones se “abandona” a los niveles bajos, como si en estos niveles solo se pudiera trabajar la gramática (tradicional) y el léxico (de forma tradicional también, por supuesto). Propuso poemas para todo: para trabajar prosodia, como elemento lúdico, para trabajar colocaciones… Me gustó especialmente la idea de organizar un concurso de traducción del poema preferido de las estudiantes en una lengua diferente del español y pensé que encajaba muy bien con los intereses de mis estudiantes.
Agradecer a la Consejería de Educación de Reino Unido e Irlanda la organización de este ciclo y a los ponentes por compartir sus conocimientos y experiencias. Durante estas sesiones, no solamente he reflexionado y aprendido sobre cuestiones sobre enseñanza de ELE, sino que también sobre la formación de profesores. Y, además, he dejado de pensar en la pandemia al menos durante esa hora de formación.