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Software libre para la enseñanza

Aprovechando que el CENATIC (Centro Nacional de Referencia de aplicación de la TIC basadas en fuentes abiertas) está promoviendo la candidatura del software libre para los premios Príncipes de Asturias me gustaría hablaros de las ventajas que tiene usar este tipo de software en la enseñanza.

Antes de ello, querría aclarar qué es el software libre y cuáles son sus ventajas. Se considera software libre a aquel cuyos autores han dado a los usuarios la libertad de estudiar cómo funciona el programa (es decir, publican su código fuente); la libertad de distribuir copias a cualquier persona que deseen; y la libertad de mejorar el programa o de adaptar el programa a sus necesidades específicas, y publicar y distribuir estas adaptaciones de modo que más personas utilicen estas distribuciones adaptadas.

¿Y qué ventajas tienen estas libertades? La primera y más evidente es que el software libre suele ser gratuito, evitándonos costes innecesarios. Además, podremos instalar estos programas tantas veces como queramos y dónde queramos. Pero no son estas las únicas razones: gracias a que el código fuente está disponible a todo el mundo la seguridad de los programas se mejora más rápidamente, se da una mayor independencia tecnológica, podemos encontrar herramientas adaptadas a diferentes tipos de necesidades… Además, los sistemas y programas libres suelen ser menos pesados y, de este modo, podemos tener máquinas menos potentes que funcionen más velozmente.

En la enseñanza, el uso del software libre añade, además, otras ventajas. En primer lugar, al no tener coste y poderse utilizar en ordenadores menos potentes, fomentamos un software que está al alcance de todo el mundo y que no solamente se podrá utilizar en los centros educativos o de forma ilegal en casa. Por estos mismos motivos y porque se puede utilizar este software en maquinarias menos potentes, el uso de estas herramientas ayudaría a salvar la brecha digital. Al ser herramientas que se pueden adaptar a las necesidades de los usuarios, podemos encontrar programas y sistemas operativos pensados especialmente para un uso educativo. Además, si en la enseñanza inevitablemente estamos transmitiendo valores, qué mejor que fomentando la independencia, el pensamiento crítico y la autonomía mediante el uso de programas que no dependen de ninguna empresa.

“Pero esto del software libre, ¿no es para frikis o expertos en informática?” os estaréis preguntando. Cuando se hablan de software libre siempre se piensa en el sistema operativo Linux o en su distribución más conocida, Ubuntu, pero también podemos encontrar ejemplos de programas libres tan conocidos como el paquete ofimático OpenOffice, el navegador Mozilla Firefox o el programa de edición de imagen Gimp. Asimismo, puede ser que ya esteis usando programas de código abiertO: Moodle, programas para hacer blogs como WordPress o los smartphones que utilizan Android son ejemplos que están presentes en nuestra vida diaria de software libre.

En mi opinión, en la era del aprendizaje colaborativo y de la construcción conjunta de conocimiento qué mejor que utilizar herramientas que han sido creadas de forma colaborativa por grupos de personas que ponen a disposición su conocimiento para que todos podamos salir beneficiados de él.

(Entrada publicada originalmente en el blog EcLEcTIC, blog de la asignatura Las TIC en la didáctica de ELE, impartida en el  Máster de Formación de Profesores de ELE de la Universidad de Barcelona)