Un bon llibre estranger sempre es publica subvencionat per la suor i les llàgrimes del seu traductor.
—Manuel Serrat Crespo, traductor i escriptor (Barcelona, 1942)
¿Cuándo dejará de ser así? ¿Haremos notar algún día nuestra labor los traductores? ¿O nuestra supuesta «invisibilidad» en la obra impide que los lectores (y, sobre todo, las editoriales) valoren el trabajo bien hecho?