Y porque no, podría contestar.
Quizás la pregunta más pertinente (y que me hago también a mí misma) es: ¿por qué ahora? ¿qué vas a contar? Llevo ya tiempo pensando en escribir sobre mi profesión, mis motivaciones o mis aprendizajes; la idea rondaba y rondaba la cabeza, pero no se acababa de concretar. La maldita procrastinación. De hecho, hace dos años que pago mi dominio y mi alojamiento religiosamente. Entonces, ¿qué me ha hecho decidirme?
Desde hace menos de una semana he empezado el Máster oficial en formación de profesores de español como lengua extranjera y en una de sus asignaturas (Metodología I) tenemos que hacer un diario de aprendizaje. Nos han dado manga ancha sobre cómo lo tenemos que hacer y he decidido hacer un blog. Por dos motivos: el primero es que así tenía una excusa de peso para obligarme a dar sentido al pago anual del dominio y del alojamiento. El segundo es el de tener un contenido (más o menos) regular para ir colgando que me facilite adquirir el hábito de escribir sobre mi(s) profesión(es).